domingo, 1 de junio de 2014

Fuera llovía muchísimo,

Martina tenía miedo, había llegado la noche…
Cuando salía la luna, Martina sabía que la mandarían a la cama.
Luego sus padres se irían a su habitación y se dormirían, incluso la televisión se callaría y empezaría a roncar.
Nadie, menos ella, escuchaba al monstruo…






Reflexión:

Si alguien te dice: "yo mataré monstruos por ti", lo normal es que tú sientas como mínimo un poco de alivio. Al leer el título de este cuento adorable me sentí segura, me sentí niña y me sentí segura. No sé de qué me sentía insegura antes pero eso es lo de menos. 

Sin importar los años que uno tenga, los monstruos aparecen a cualquier edad y pueden vivir en cualquier rincón. ¡¡Están por todas partes!!

El mensaje: "No te preocupes, yo vigilo mientras duermes". 

La inocencia: Si tú me lo dices, yo me lo creo. Aunque al final el monstruo se me coma. Pero dímelo alguna vez, leñe!

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