Siempre me han gustado los cuadernos de viaje. Esos donde vas guardando recuerdos que previamente entran por los ojos para de alguna forma, quedarse. Somos lo que somos por lo que nos llama la atención, por los detalles que hacen que nos paremos en un punto y no otro. Y si todo eso lo dejas borroneado en trazos, colores, líneas, comentarios, etc. pues es como un tesoro que al abrirlo dice tu nombre.
A Juliet Pomés la descubro un día en la calle del Museo de Picasso, la calle Montcada. El Born es ante todo muy ameno; es un paseo por el que debería pagarse entrada por lo ameno que es. A veces la gente no se da cuenta de que la verdadera atracción no está en el Museo Picasso, que también, vale, sí, (y menudas colas se pega la gente para poder entrar... ¡giran tres esquinas!) sino ahí fuera; fuera en la calle. Y es que yo me pirro por las tiendas del Born, qué quieres que te diga... Esas que entras y dices: "mmm... ¿por dónde empiezo a fisgonear...?
En realidad, en esa tiendecita de la que no recuerdo el nombre,sorry, esto fue en octubre, vendían múltiples cuadernos de viaje sobre los barrios de BCN, pero sin querer elegí dos de ellos. Curiosamente los dos únicos de Juliet Pomés. Me debe gustar ese aire bohemio, ese trazo a veces inacabado pero siempre expresivo, que tiene. Los otros cuadernos eran también estupendos, pero el azar quiso que mis dedos tocasen precisamente estos dos. Así que me dije: "¡éstos para casa!"
Lo comparto con vosotros.
UN DIA AL BORN
LES CORTS
No os quiero adelantar nada más. Hay que verlo en su formato para apreciar las imágenes como es debido.
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