viernes, 13 de abril de 2012

SER O NO SER



No os voy a engañar. Últimamente, como atraída por algo invisible que me perturba, todo me conduce a un hombre, Steve Jobs. Supongo que me inspira su fuerza, sus ganas y lo claro que tuvo siempre hacia donde iba, a pesar de haber cometido errores en su carrera. Qué grande!


Ese hombre, tan capaz, que hoy ya no está, me ha tenido en un limbo extraño los últimos días. Ha sido mi inspiración y mis momentos de fuga consciente frente a ventanas huecas. Se me hace un mundo pensar en él. Ahí estaba comiendo sólo fruta y atropellándose para llegar más y más lejos. Y atropellando si cabe, al prójimo. 


Steve Jobs era un genio. Steve Jobs era cruel también porque veía posibilidades que otros no veían y eso debe dar mucha rabia. Era extremadamente ambicioso pero sabía transmitir sus emociones, aunque fuera bruscamente, aunque fuera muy bruscamente. Hoy va mi post por él porque es de admirar haberle tenido ahí fuera durante un tiempo. El tiempo suficiente para hacer historia.


Hay algo que me gustaría dejar pegado en este muro para los que no hayan tenido la suerte de leerlo, pensarlo o soñarlo. Su manera directa de decir grandes verdades. 


Yo me quedo con ésta porque me siento completamente identificada:


"Tienes un tiempo limitado y no hay que perderlo viviendo la vida de otro. No quedes atrapado en el dogma de vivir con arreglo a los parámetros de lo que otros piensan. Que el ruido de las opiniones de los demás no acalle tu propia voz interior.
Y lo más importante: ten el valor de obedecer a tu corazón y a tu intuición que saben, en cierto modo, lo que quieres de verdad. Todo lo demás es secundario.


No cabe la menor duda de que era un hombre muy inteligente, verdaderamente listo. Otros de la competencia sólo fueron unos listillos copiones que tuvieron más suerte y más salud.

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